Han sido las distintas miradas que reflejan la inmensidad de esta pasión,
oscureciendo mis más sencillos pensamientos retardados (como posición pasada, en altos y bajos precipicios que han desaparecido).
Si, las distintas formas que tú haz golpeado mi mesa, acariciado mis piernas, atragantando mi espacio carnal (y por qué eres así?, acaso, te gusta este juego infame?. Acaso te gusta ser la niña que al final no tiene remedio?. Contesta. Contesta!...)
Y se van desvaneciendo las horas alrededor de tus labios, con ese toque frío brumoso... A esa humedad que solo tú puedes entregar...
No te equivoques,
no es melancolía, ni recuerdos inexactos aplastando mi cráneo...
Es el humo y su revoloteo,
es la cínica muestra de la verdad opacada (un instante de interacción, cuando se juntan nuestras piernas, cuando no sabes decir adios... Adios?, por Dios?...)
También es la niebla, llenando los vacios inocuos de la respiración,
con intoxicantes matices alados (o cortados).
Solo, a veces la existencia se conjuga con el humo y la niebla,
entre pasadisos
entre un gusto agrio de des-amor... De des-amor...
(si finalmente, altzor también se desintegra como todo en el viento)
Y tú ahí, frente de mí, en danzas eternas y deseos malignos,
con manos apretadas y gemidos salados,
tú ahí, frente de mí...
Es decir "nada", o para qué hacerlo nuevamente
e insistir en algo que nunca tuvo sentido (lo debe tener?).
Sabes, no es rabia como puedes creerlo, tampoco ironías bajo el agua...
Es como mi último baile,
sí, mi último baile de mierda agitando el corazón,
y se mueve, y se mueve
en un solo compás. (más allá de la muerte o el sin sabor. Más allá de las viejas manifestaciones sobre la mediocridad o la estupidez humana. Así es, sentenciado y agobiado).
Agobiado.
Y así se deberá recordar,
como el baile desenfrenado de una noche compacta.
Afuera,
el aroma a humo y neblina que no puedo atrapar.
Solo a veces las cosas son así.