viernes, 28 de noviembre de 2008

Pétalos Desvanecidos


Me haz dicho tantas cosas, tantos objetos e imágenes borrosas,
que estoy atrapado.
Se me apretó el estómago. Me designaron taquicardia. Me duele el cerebro.
Me acosa la gente. Me molesta la multitud.
A veces, me pesa demasiado cada partícula de mi ser, de mi cuerpo demacrado.
Para que confesarte como me cuesta tragar y digerir los alimentos.
Latidos en tempestad.
Colores sufurantes (con tonalidades defectuosas).
Segundos sin rencor.
Una sonrisa de temor. Un manifiesto drogado por la conmoción.
No más pánico... Pánico...
Dime pétalo soplado por un suspiro tierno de niña pequeña...
Hoy, quiero flotar como pétalo.
Y perdido en el fondo del viento, con ecos vanales y miserables pensamientos circunstanciales...
Sonidos eléctricos.
Latidos en picada...
Sin sonido, sin "destino"... Sin des-afío, des-finido, dis-locado, des-templado, des-motivado...
Hoy,
solo deseo flotar entre los pétalos
y sentir la suavidad del aire en mi cuello.
Y pensar que aún estoy rodeado por sábanas cósmicas...
Hoy,
y aún en los atardeceres
siento la piel erizada.
Pétalos desvanecidos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Ahí esta (adiós paraíso)


Ahí estaba revolcándose como gusano. Con los ojos marchitos. Suplicando.
Entre bestias y árboles estáticos. En espasmos y saliva en la boca.
Debería sentir lástima? alguna noción de perdón?... Ya no.
No es odio, menos razón.
Simplemente, elevación. Elevación y caída. Con frenos y risotadas ebrias.
Ahí estaba, encogido… Encorvado, agitado.
En pánico, transpirando. Sin olor, sin poder.
Un burócrata más. Un poeta más. Un esquizofrénico bendecido por las imágenes de contemplación.
Templanza…
Y Ofelia, con Hamlet y Adriano…
Para servir y llevar. Con sonidos sepulcrales.

Reverencias. Un sin más menos que la nada manifiesta con la noción de juego lluvioso sin cabida dentro del mar profundo con leguas a la distancia y apretando los brazos, las piernas y respirando saladamente…

Así es!!!...
Rápido y confuso,
con preguntas para respuestas que no valen la pena decir.
Con ganas de ir al baño?
Vomitar?
Escupir?
Llorar?
Enojarse?, enfadarse?... Con ira?, Rabia?
Asco?
Ebrio?
Cansado?
Aburrido?
Fundamentalista?
Idiota?
Suicida?
Amargado?
Estúpido?
Tiriton?
Miedoso sin remedio?... Miedoso sin remedio?, Sin remedio?
Con dolor de estómago, espalda, hígado, pulmón, corazón, cabeza…
Me devuelves mis huesos?... Gracias.
Ahí esta,
Reflejado a la luz, arrastrándose una vez más…
Se abren mis alas,
Felicitaciones!.
Adiós paraíso.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Reflexiones o Reversiones (siluetas)


Tu silueta junto a la mía han tratado de crear nuevas formas de arte, de inspiración carnal.
No es por menos, menos de lo vivido,
en reversiones congeladas, en versos olvidados (o perdidos?)
Ha correspondido descifrar los segundos de respiración,
en toque de queda.
Sin imaginación u oportunidad de sentarme frente a ti, y decir al oído... Decirlo al oído...
Con espasmos, tuerto de miedo,
enjuto y con el rostro pálido, sin sentencias primaverales.
Déjame!... Y proyectas las reflexiones del mañana, en intoxicados fenómenos matutinos,
con placentero deseo desquiciado (no diré nunca más)
Nunca más.
Poseído dentro de las apreciaciones desagradables del pasado, en un juego infinito,
con estupor viseral.
Dime que he hecho yo?, para qué revolcarlo nuevamente?, por qué degustarlo con los dientes?.
Que duele el desafío,
y las agujas penetran los pies,
con manos y colgado, mal herido y en llagas flameantes de oscuridades mundanas.
No soy aquel que pedirá el cielo en la tierra, ni menos los antojadizos desafíos que guardan el ocaso de la eternidad. No son las palabras exactas las que me estremecen, tampoco la desdicha del amor.
Eres tú,
la sinfonía siniestra, detrás de los párpados y por sobre el pensamiento.
Eres tú,
los suspiros ocasionales y las reveladas constelaciones de los dioses.
Señales de advertencia. Sonidos a lo lejos. Guturales elocuencias de la locura. En locura y locuaz. Bajo el pozo y los precipicios húmedos. En golpes y humillaciones contrarias.
Con sabores de mierda!, y con mayores orgasmos sexuales que la virgen!. Qué vergonzoso, en ira e histeria,
bajo las lógicas del futuro secular (o regular?)... Son mis ironías, y mis pecados con los respectivos fantasmas que me rodean...
Deseas seguir con el juego?,
deseas, decirme que es lo sucedido?.
Un balazo, dos por la espalda y tres puñaladas en el corazón...
Plenitud celestial... Ja!, plenitud celestial! (con los diez mandamientos y el casorio sobre el sillón)
Eso era lo que no podías ver?. Lo obvio?, lo certero?... La imagen y semejanza de la razón?...
Mi fenomenología desierta...
Sí, se acabó el tiempo, y los sonidos del pasado retumban a lo lejos... En mil arrepentimientos vanales.
Para qué volver si me he equivocado...
Para qué sigues aquí?... Soportando las vueltas y rastrojos de los secretos que aún movilizan mis manos, mi cuerpo estupefacto...
Estupefacto,
no digas nada, por favor ni siquiera lo pienses.
Es mi regreso triunfal,
reflexiones y reversiones...
Que mala "poesía".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Humo y Niebla (solo a veces)


Han sido las distintas miradas que reflejan la inmensidad de esta pasión,
oscureciendo mis más sencillos pensamientos retardados (como posición pasada, en altos y bajos precipicios que han desaparecido).
Si, las distintas formas que tú haz golpeado mi mesa, acariciado mis piernas, atragantando mi espacio carnal (y por qué eres así?, acaso, te gusta este juego infame?. Acaso te gusta ser la niña que al final no tiene remedio?. Contesta. Contesta!...)
Y se van desvaneciendo las horas alrededor de tus labios, con ese toque frío brumoso... A esa humedad que solo tú puedes entregar...
No te equivoques,
no es melancolía, ni recuerdos inexactos aplastando mi cráneo...
Es el humo y su revoloteo,
es la cínica muestra de la verdad opacada (un instante de interacción, cuando se juntan nuestras piernas, cuando no sabes decir adios... Adios?, por Dios?...)
También es la niebla, llenando los vacios inocuos de la respiración,
con intoxicantes matices alados (o cortados).
Solo, a veces la existencia se conjuga con el humo y la niebla,
entre pasadisos
entre un gusto agrio de des-amor... De des-amor...
(si finalmente, altzor también se desintegra como todo en el viento)
Y tú ahí, frente de mí, en danzas eternas y deseos malignos,
con manos apretadas y gemidos salados,
tú ahí, frente de mí...
Es decir "nada", o para qué hacerlo nuevamente
e insistir en algo que nunca tuvo sentido (lo debe tener?).
Sabes, no es rabia como puedes creerlo, tampoco ironías bajo el agua...
Es como mi último baile,
sí, mi último baile de mierda agitando el corazón,
y se mueve, y se mueve
en un solo compás. (más allá de la muerte o el sin sabor. Más allá de las viejas manifestaciones sobre la mediocridad o la estupidez humana. Así es, sentenciado y agobiado).
Agobiado.
Y así se deberá recordar,
como el baile desenfrenado de una noche compacta.
Afuera,
el aroma a humo y neblina que no puedo atrapar.
Solo a veces las cosas son así.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Nebulosa


En ocaciones no solo bastaría para romper un haz de luz sobre los espejos empañados de cada partícula (minúscula por cierto) que se mantiene flotando en el aire.
También hay, a veces, un dejo de creación divina en el espectador que impone su silencio. Pero los hay, quienes prefieren decir adios de una vez y olvidar todo signo inconcluso del pasado.
Sí, del pasado.
Con acento de niño y respiros tan profundos que no puedes dormir. En vacios otoñales y de diversas coloraciones y tonalidades que ondulan dentro del mar.
Ondulan como el mar.
Son las distintas formas eyectadas fuera del espacio, con arcoiris de ázucar (y por supuesto, con ganas de tocarlo y desaparecer). Un pequeño resplandor. La piel se eriza (ya no vale la pena pensar por lo dejado atrás).
Pero, cómo es posible?. A lo mejor, no deseas que se fragmenten los espíritus (preferiría vivir con los demonios).
Gritos a lo lejos.
Un sin fin de constelaciones. Deformar es callar.
Calla.
Así de simple, es cuando observas como se pelean por tomar una silueta perdida en los confines de la razón, lejos y sobre (en realidad, sobre todo) lo que nunca se ha jactado de ser material, inconsecuente, indesmentible...
Un sonido. El correr de las horas. Una maldita desesperación que sobre salta a cualquiera (no quieres verte débil, menos sincero).
Quieres verte débil?. Es verdad, yo no te acompañaría, por que soy "normal", y terco y extremadamente juicioso... Juicioso?, normal?, que estupideces dices no.
Panico, sulfuran las aguas y las vidas en una existencia donde cada desafío de tristeza no es más que una lágrima que precipita bajo los pies,
sucios y desgastado (como repetición de palabras, como una simple melodía que acompaña los compaces en donde las figuras son texturas, y las texturas son impecables, exitantes)
1,2,3,4,5,6...
Tic!, tac!... En un silbido, en sustrato carnal...
Solo, nebulosa tempestad.
Y orgánicos puestos mentales.
Fin de transmisiones,
siguiente parada...
Ya da lo mismo.

sábado, 30 de agosto de 2008

Páramos olvidados (el problema de los cuerpos)


Existen diversos motivos para plantear la duda,
en reiteradas ocaciones sobre los cielos, acompañado y desierto (para un olvido ensoñado... que más da, un momento de tranquilidad o soledad extrema?; insisto, esa ya no es mi duda).
Para aquello, como decían por ahí, no bastaba con el soltar de una lagrima vacia sin sonido, pero tampoco desperdiciar las mareas en el juego de la verdad (transparencia al fin?). Un desafío que en segundos se transporta dentro de un suspiro.
Palabras inexactas, sin omisión alguna.
En reiteración de lo vivido, bajo condena y expropiación. En deseos fulgurantes y una mala escritura siempre acompañada por un café amargo (en las noches, agrio como siempre me ha gustado)... Y seducido, sucio, horrible, perfecto....!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Una falla, un grito más dentro de un suspensivo matiz exitante (que tonterías no?, que tonterías)
Este es el problemas de los cuerpos, un festín del edén, con ironías clásicas y con una puta cursilería en los rastros de la poesía (no digo que falte droga o infección, solo, algo de realismo clasista... Simple y básico, "ocaso de idolos e ideologías"?)
Con sazón, en inconciencia, con estupor... Tirito, tiritan, tan... Tan...Tan... Tan idiota e imbécil sin darse cuenta de la oscuridad que transciende por los poros congelando la sangre, con emoción y fijación...
Ja, ja, ja, ja, ja... Aquí se hayan los restos, en sinfonías conectadas con el dolor (un placer un poco sedicioso, con devoción de cristiano radical...)
Deformaciones del habla, en concomitancia con formas de las viejas y añejas sentencias de las cuales hemos huido... Y siempre ahí, detrás y bajo, como gusano, como un impulso infructuoso que no busca nada (ya no existen esas ganas).
El problema de los cuerpos?, mmm, cuál será?. Los hay rojos y bermellones, amarillos pálidos en hepatitis y azulados como mar,
salados, amargos y dulces,
con manchas y pecas (para que hablar de los aromas y olores que encierran cada detalle de la carne expuesta)...
Los hay también, a veces, con brazos y piernas, en huesos y en músculos,
inyectados y reventados de tanto moverse, balanseándose dentro de una estampida gutural...
Quizás, algunos con almas y carnes, débiles y enjutos,
violadores y violados, cínicos y sinceros,
absolutamente cultivados o dejados al azar.
Sin más caminos que los diferenciados por los años al pasar,
con sombreros y gorras,
enajenados mentales e histéricos precipios esperando poder volar (no son más que las doce un cuarto, y los delirios de persecución aún perduran demasiado... Casi loco, casi enfermo, casi desganado, casi derrotado... Ja, ja, ja, ja... Casi qué dices?)
Por tanto, no queda otra cosa que hacer,
muy bien dicho y hecho,
en cariños emotivos y con sabores tortuosos,
un juego más,
un puño en alto más?,
un desafío constante
en ir y venir con manos y sin ellas... En el acto y por el, tal vez...
Páramos olvidados.

viernes, 22 de agosto de 2008

Regreso, en caída...


He dormido por siglos ocultos dentro de cada armario celestial,
como una constelación,
en inquietante tranquilidad.
me he perdido por millones de años luz,
sin sentido, sin sonido,
sin más palabras que improvisar.
¿Y qué nos va quedando?.
Un suspiro de devoción, con tres segundos de miseria,
como niños llorando en la oscuridad,
como niños llorando en la oscuridad...
¿Y qué insinuas?.
No vale la pena.
Es solo mi paraíso.
Invocando cada terreno de angustia,
con preciosas caricias y ensimismadas voces tenues...
Y desapareces, oculta tras la niebla.
Y no deseo más oraciones, solo contemplación...
He ahí lo que va quedando,
un poco de sabor, de terciopelo y cintas escarchadas...
Sí, con destello y calor.
CALOR-CALOR-CALOR. No MáS dE EsTo,
POR FAVOR!!!!!!,
No quiero más!...
Y ocultame tras tus llagas, y en los espasmos del mañana observo la sensación,
si, no más querrellas insensatas,
no más templos de salvación.
He aquí, con los brazos desnudos
y descompuesto en cada oración...
En CaDa ORACIón...
SE HA IDO,
Las voces se han ido... Y he quedado en la inmaculada sordidez HUMANA...
UN PUNTO SUSPENSIVO....
Me rio en tu cara
y escupo a los cielos...
HEREJÍAS DEL PASADO...
Regreso
y en caída,
regreso
con el pan para mañana y la sangre purificada...
(con rabia, con amargura, en silencio... A veces he cambiado y mi corazón aún no ha respondido, no ha presentido)

sábado, 2 de agosto de 2008

Deseos y fragmentos


Fragmentos eternos olvidados en la voluptuosidad de la noche invernal, tratando de impedir el paso de las ninfas,
con aroma a muerte, con sabor a engaño.
He ahí tú, desplazada entre relieves y suspiros que han de revotar sobre las almas, en los más indecisos tormentos del pasado.
Caminando dentro de los espacios incólumes, desde ayer y para hoy (solo por hoy).
Y eres tan amplia y alta,
imponente y veraz...
Dos flores y un abrazo que te hace suspirar
e intentarlo nuevamente.
Pero eres tan lejana, fría y nostálgica…
Que produces en mí un miedo intenso,
como horizontes desérticos que invocan los vacíos de la ternura...
Un par de flores a cambio de una razón de existencia,
un par de besos para calmar el ansia de la enfermedad trastocada, trastornada...
Un sonido único, intenso e inmenso para lograr dar los ajustes necesarios al andar.
¿Me regalas dos pasos y un abrazo con esplendoroso fin?.
¿Como manifiesto de lo eterno?
¿Como necesidad de lo imperioso?
Sí, es belleza
con un sombrío regocijo de dulzura erótica...
Me gusta ver como la simpleza de tus pies revolotean sobre el agua,
jugando a derrotar la calma,
jugando a insistir en el último momento determinado (sin paz, sin gloria...Sin un desafío constante para poder superar el deseo fragmentado de las voces, transformadas en ecos, en pesadillas, en sueños retardados por los infames silencios del mañana).
Me gusta imaginar como te acaricio,
como,
eres tan inalcanzable...
E insignificante yo para ti,
absolutamente cierto, absolutamente incierto...
¿Me regalas un escondite en el mar, donde las olas interpretan el silbido de la vida y el misterio del amor?.
¿Me regalas ese momento, amor mío?

miércoles, 23 de julio de 2008

Sí, presunción (con las manos, en voz)


No esperes las siluetas que no podré enfrentar,
como tampoco deseo que comprendas que este día ha finalizado.
Ni tendré la razón para poder enumerar los ecos y las sombras que he amado.
Sí, con presunción de aviso y con motivos descompuestos.
En súbita embriaguez y distorsión momentánea.
Por qué no quiero ser tu héroe,
compréndelo por favor,
¡No quiero ser tu heróe!,
y abrazar el amor gentil de cuentos alados,
y las nociones de parejas que defienden a ultranza la carne y el hueso.
Por que no sirvo para ello,
no sirvo para la imaginación.
Por que soy una ilusión, un reflejo en neblina
con mágicos sonidos y desgarradoras tenacidades...
Ella se desplaza entre arcoiris futuros y melodías acogedoras, con lágrimas enrrarecidas y estrepitosas descripciones...
Ella asimila el juego de la vida, y carcome con gusto aquello que hemos tirado...
Ella refleja mi sin sentido, la pureza de la vida (y las más reiteradas frases de las poesías amorosas, detallistas, ilucionistas... Desastrozas)...
Con las manos, en voz,
en luna eterna y etéreos días de invierno.
Con luz tenue, y horribles noches acaloradas.
Sin pilares,
sin piedad...
Con miles de preguntas y excasas respuestas.
Sepultado en la historia,
con miradas de reojo.
(a veces hemos de creer que cada minuto de agonía no es más que un eufemismo que trasciende las construcciones inmortales del pasado, con tierra y cielo, con lo bueno y lo malo... Ausencia de toda necesidad de verdad o utopía, devorando la desdicha y rechazando cualquier indicio de paz. No deseo ser un paso desierto, pero tampoco uno dentro de tantos otros... Sólo, déjame en tranquilidad, en vida y con ella misma en el retorno de lo sagrado, en la necesidad de las pequeñeces y las minúsculas piedras en el camino)
Silencio.
Retrocediendo. Expandiendo, con o sin mensajes...
En la construcción de la mente (en los escasos gritos que han de ser escuchados... Como elementos de lucha?, como simples síntomas?... Puede ser, la conexión con los pasillos del servicio de psiquiatría esta a la vuelta de la esquina)
¿Haz observado detenidamente como juegan las manos en las desveladas nocturnas?
Sencillamente aferradas...
Las mías ya no,
ya no desatan más alegorias...
Solo hipocresía...
Ella se desvanece en conjunción con los astros,
de nuevo para el día,
desde las entrañas de la soledad.
Ella conserva todo su esplendor,
entre fantasías y reflejos dorados de antaño...
Realmente lo siento,
no podré ser tu héroe
y nunca lograría serlo...
(en afección y autocomplaciencia... Mentira, es resignación y humillación)

jueves, 10 de julio de 2008

Fabulas Ociosas


Uno...
Un viejo parado sobre un murmullo que detona una cadena de sucesos interminables para las voces añejas de la razón (como las melodías de aquellas noches que embriagan la ceguera).
Dos...
Y si no creyese que estas en frente de mi, no podría imaginar que sientes al tocar el alba, y digerir el miedo profundo que humedece tus labios (y que no busca mis brazos).
Haz iluminado todo el espacio que he dejado con huellas, con señales que imploran un crecimiento veloz de dagas y fantasías... Como niños y niñas que miran el cielo buscando un refugio.
Tres...
Una flor, una sonrisa... Un adios quebrando las fotografías que recuperan las sensaciones de colores marinos (te acuerdas cuando chocaban las olas en el faro del mediodía?)... Si, ya te escuché, dejo de jugar con la luz y de creerme un dios pagano emocional... Ok, no insistas, ya te he escuchado demasiado (una nota de hambre solamente).
Cuatro...
Ahora un desfile marcando los pasos que he de seguir hasta encontrar los caminos del atardecer. Y me acompaña el incierto, aunque hubiese preferido tocar el acordeón y deslumbrar a las sombras con pequeños silbidos del alma (sé, que soy muy malo para esto)... Enserio, solo un momento de relajación.
Cinco...
Miseria, agonía, teogonía. He aquí el semblante del odio y la ira imponiendo su verdad en todos los parajes conocidos. Y no deseo estar frente a los que poseen la historia... Por que el corazón es devorado sin piedad, en frágiles canciones melancólicas y cigarrillos que vuelven al pasado. (son las infinitas veces que te he maltratado, cortado los brazos y penetrando el cuerpo como desquiciado. No más, por hoy, no más por favor).
Seis...
Respira profundo. Una imagen que invoca la paz. Una voz que indica el fin del ocaso. Estrangulación... Uf!, noto aquello que tratas de imaginar (adios con los oscurantismos fastidiosos del mañana).
Siete...
Podría haber tirado todo por el precipicio. Podría dejar que el tiempo circule en mis venas y decir que aquí he terminado. Pero también podría rendirme una y otra vez, recogiendo las sobras y gastando mis manos en escrituras sin connotaciones. Y daría todo lo que fuese para determinar los laberintos de la muerte que duplican su efecto celestial... Pero no, demasiado tarde de explicar o querer hacer algo por ello (solo bastaría una sola verdad, un solo silencio que indique para que seguir en pie, para evitar la desazón).
Ocho...
Siempre es así. Mamá, mamá!, por que haz de perseguirme entre la hierba y los árboles?. Sé que no me he portado bien, pero tampoco es necesario que rodees mi cuello y aprietes mis manos... Mamá, mamá?, por que no tenemos nada para comer, por que he de mirar tu rosto y chocar con la tristeza, con la humillación esculpida en la carne... Mamá, mamá?, tengo frío, tengo frío... TENGO FRíO. Mamá, mamá, solo abrazame y se me olvidará todo.
Nueve...
Diez mil choques por estado de ebriedad. Mil quinientos niños abandonados por sus padres en los lugares más insólitos del mundo. Mil apuñaladas por minuto que perforan los sueños de alguien. Un par de multimillonarios que compraron su pasaje para la estratósfera. La mitad del MUNDO se muere de HAMBRE. (sí, las cosas funcionan así?).
Diez...
Un viejo recoge su sombrero. Eleva sus rodillas caídas en la desesperación. Un viejo inspira una bocanada de aliento amargo (con olor). Un viejo se detiene en la nada. Abrocha el abrigo, observa...
Camina, camina...
en los albores de la eternidad, en los albores de la eternidad...

sábado, 28 de junio de 2008

Nocte Multiformis


Han caido los últimos astros nocturnos, de multiples formas y remolinos mundanos... Con arcoiris y revueltas en los vientos.
No es sólo por la infamia, o por la fama secuencial.
Dame un aliento.
Cielo en remolinos, como uno solo...En picada, en comprensión eterna.
Por que serán las cantidades ondulantes de todos los sacrificios humanos, por que la resignación no desea dejarnos.
Me persigue, sutura mis lamentos, consigue mi remedio nocturno.
En noches multiformes los sueños fusionan las tempestades que acabarán por destrozarnos. Y sabes que, no importa ya.
Por que he sabido ocultarme tras los paraísos y morder el aroma a humillación.
Ha de ser así, y los infinitos dilemas que revientan una y otra vez mi puerta.

(Una niña, su olor a hambre... Un baho de mierda y su mirada en mi hombro. Su mirada en mi rostro, y no logro contener las lagrimas, y no he de escuchar sus gritos de hambre, de sed... Una droga que desata la fascinación, que la invade y no la deja ir. No la dejará ir jamás).

¿Mi sueño rosado?, ¿en millones de notas acarameladas?...
Noches multiformes, desaparecido e hipocondríaco, vomitivo social y escupidor profesional...
En huesos rotos, y con los piernas cansadas de tanto andar,
por que en cada noche, y en cada circunstancia, los brazos se elevan al cielo, con pesadillas añejas, y con deseos de superación... ¿con deseos de superación?.
Siempre, y la inmencidad del vacio. Un suspiro de horror. Un dilema sin razón.
En especies y con especies...
Cuando paseaba por aquí, me di cuenta que perdí un estribo, una ropa usada,
cuando paseaba por aquí, me percaté que he aceptado el tiempo en reiteradas ocasiones.
Y debe ser así.
¿Debe ser así?.
No es solo la noche tragando los miedos urbanos,
tampoco los sueños acaramelados,
menos las esperanzas en el desierto lunar.
Mis más sentidos pésames, infructuosos y con desazón.
Mis más sentidos pésames,
que hoy será un nuevo día...


pd: mis grandes y sinceros agradecimientos por el cuadro "Noche con Luna" -inédito- una magistral obra de FlordeLuna, que ha inspirado esta nueva aspiración a escrito.

martes, 17 de junio de 2008

En pie (sin oclusión o desafíos)


Han sido las demoras por las cuales el desafío infinito a encontrado las esperanzas últimas de la dignidad. Como volver a la sentencia previa, y a las nuevas dignidades que se ponen de manifiesto.
Han sido las necesidades que he tratado de recoger,en un número bastante locuaz... Pero aún dudo, y me lleno de flagelos, interponiendo ante mi una sensación de cristalidad, de fluidez opacada por el reto del tiempo y los corazones ensimismados...
Sí, y los corazones ensimismados.
He retornado al oculto paseo de las hojas de otoño (he vuelto a revisar el caer de las hojas y el otoño en composición temporal). Resucitando en los peores momentos del mañana.
Y sé que retumban en mis oídos...
Parten mis oídos!... Y contengo la salvación! (un poco de imbecilidad, también la hay).
En definitiva, sin oclusión, pero en pie y consiguiendo destrozar aquellos pasos que no estan sobre el cielo...
Por que la desilución es un paso para la apertura del vacio...
Por que he necesitado estos complejos, y las similitudes... El lenguaje y el silencio.
En los dichos de la carta al padre (como Kafka?)... Y empequeñesido por la sabiduría del cuerpo, y debilitado como un miserable insecto luchando por escapar del agua...
A un paso más, a un pie más de levitar y alejarme por completo,
y decidir quien soy, o para qué existe este espacio incúo, inverosímil...
Por que no he de parar los contenidos del mañana, y menos del futuro.
Por que no soy quien para jactarme de alguna frase secreta o de alguna escritura posible...
O algún tipo de escritura posible.
Se esfuman los deseos, y el aire se encuentra intranquilo,
y Bukowski fallece (menos mal?, el retorno de la droga por los pasadisos de la senda del perdedor generaron inconmesurables preguntas innecesarias)...
Aquellos giros, y la división del alma...
En tres, en cinco en siete segundos y las amarras se desatan...
Pero ya no,
y la imposición se frota con la posición (o la descomposición de miles de partículas que rodean mi cuerpo, que lo sumergen en tormentas internas, en infinitudes que corrompen la suspensión del espíritu).
Sí, la similitudes de la sonrisa. Un esculpido perfecto.
Sanación.
Y con mayor razón, anticipo de muchedumbre.
(Con miedo a esta, o por ella y con esta en vez de aquella cuando acarician mi rostro y respiración?)
Quién lo sabe?... Quien lo sabe!!!...Quien!!!...
Anacronismo, y diversidad de tonalidades simbólicas (claro es, la culpa siempre ha sido de uno, por que la culpa siempre ha tenido nombre, como el hambre y la felicidad... Ni por la tierra, el infierno o el paraíso...)
En pie,
a un paso del abismo...
Espero que sea con los ojos bien cerrados...
Con los ojos bien cerrados y el corazón en la mano,
como las imágenes que invocan los gritos de piedad.
De solidaridad, de simple y clara piedad.
Alcanza para todos?.
Con los desafíos en las espaldas y el retorno de la mezquindad...
Aún en pie, con regocijo y pálido...
Con regocijo sonrío por primera vez de verdad anunciando la renovación...
(por sobre y dentro del universo, en el misterio de la re-creación y las imaginaciones que concluyen los manifiestos...Simplemente un paso más para la determinación final)

viernes, 6 de junio de 2008

Sentencia previa (simplemente, dignidad)


Es por los miles de sentimientos desenfrenados en una noche esquizofrénica.
Son las maravillas por las cuales hombres y mujeres han entregado la vida.
Por las millones de lágrimas derramadas en tu nombre.
Por la inmolación. La perdida, o la cautela de la voz perpicaz que penetra el corazón.
Si, por aquellos que han sufrido las injusticias de la razón, por avergonzar la configuración de lo social.
Y no me quedaré callado, e imploraré una vez más en esta ocación.
Estas son mis armas, mi defensa a ultranza... Esta es mi motivación de existencia.
Por que me uniré de cuerpo y alma,
exterminando los residuos de lugares ocultos, misteriosos... Del fundamento principal hegeliano...
Claro, es la sentencia previa y las muertes en tu nombre.
Y las muertes con los ojos vendados!. Y las malditas difamaciones y blasfemias que torturan la inocencia.
¿Confianza?. ¿Unión?.
Es por dignidad,
por aquellos que no comen nada,
por esos llantos de niños y niñas desamparados en los ocasos del alma humana.
Por la liberación eterna,
por las mutilaciones que estiran y desgarran...
Es simplemente por la dignidad...
Y aún, con las manos cortadas, con los cuerpos destrozados, con las facinaciones de mentes siniestras que controlan todo...
A pesar de ello, mis versos cantarán,
y las glorias saldrán... Sí, mis versos no serán solamente míos,
con la frustración derrotada...
Por que el alma femenina, no será sentenciada.
Será la unión de la desdicha, los planos sin fines entre arcoiris de esperanza y el retorno de las voces multitudinarias.
Acúsenme de idealista!, y más por esencialista!...
Que aquí estaré, torturando y tragando engaños...
Sencillamente, por que no seré el único...
Los puños frotando la tierra corroida,
y las piernas danzando al compás de los sonidos de justicia...
Podrán vencernos,
y aún, nuestra memoria quedará intacta,
por que nuestra memoria es infinita e incólume.
Nuestra memoria es inquenbrantable.
Así es!...
Un canto de armonía y de unión entre razas,
por los deseos más profundos e inocentes,
por los que aún creen en estos sueños...
Sabes,
es simplemente por dignidad...
Solo por la dignidad que nos va quedando.

jueves, 29 de mayo de 2008

¿Hacia abajo? (o el pasado regresa)


Son tantas las horas que he rogado por este momento,
tantas oraciones amontonadas entre senderos y cicratices. Como vertientes que no encuentran un lugar donde caer.
Y han sido tantos los sueños y pesadillas que conmueven mi corazón.
Intentando cerrar todas las ventanas hacia abajo.
¿Hacia abajo?.
¿Deseas sentir lo mismo que antes?. ¿Con las sonrisas de antaño y los pasajes más tristes de las sinfonías?.
¿Y sentir el grito en silencio, guaradado para este exclusivo momento?.
El pasado regresa, colocándo de manifiesto todos sus poemas.
Y han sido tantos los supiros que provocan un sentimiento de vacio,
con el corazón al aire, con la penumbra tocando las manos heladas.
Como las palabras en tu boca, de la lengua para afuera y por siempre escondidas detrás de los dientes.
Mostrando las formas de hacerme sentir temor,
y de las distintas cosas que he depositado dentro de cada beso que procuro recordar.
No es pasión desenfrenada.
Ni escalofríos rasgando mi espalda desnuda.
Son mis venas. Y la sangre en ella, y la vida que escurre por ellas.
Por que hoy, seré verdadero.
Y tendré que soportar las imploraciones, y los santos alados que muestran su crueldad.
Por que yo, si mi niña, deseo protegerte esta noche,
entre bebidas desenfrenadas y moralidades acabadas.
Por que sé, alguna vez,
que estos abrazos no quedarán en la nada.
Y deseo abrazarte tan profundamente, y no dejarte escapar nunca más.
Y Acariciar tus piernas, y coser las profundidades del sufrimiento.
Por que hoy, intentaré ser protector,
y salir disparado por las penitencias que no he cumplido,
y reflejar mi rostro contra la lealtad,
para decir: "aquí he terminado". He aquí, mis profundos deseos.
Por que ya no puedo retroceder,
y sé que mis puños tocan la nada... Solo toco la nada,
caído de rodillas ante ti, ante mi.
Con las pulsaciones en las nubes...
Y ya no hay escapatoria.
No hay escapatoria.
¿Me dejas protegerte solo por esta noche, y ocultar esas heridas?.
Aunque no valga la pena,
aunque el tiempo se deteriore...
Aunque, no valga la pena...


sábado, 24 de mayo de 2008

Al fuego (insinuación de perdida)


El rumbo predispuesto por las maravillas,
hicieron recordar las despampanates coloraciones del ambiente.
Para un segundo más, habrán desaparecido.
Y es el legítimo paso del fuego,
entre calor y odio. Por supuesto, malhumorado de todas las formas conocidas.
Abrazaba a la multitud, desafiaba el código secreto de los magos.
Necesitaba aire, un respiro de eternidad...
Y confiaba en todos los chispeantes humos de razones ajenas.
Es inocencia, simplemente inocencia...
Lo repetía una y otra vez,
era el fuego, la incineración diaria del pasado... De la historia humana.
Recorría los pasajes más agónicos, de temblorosos deseos,
con sabrosas tristezas amparadas en la nada.
Si en la nada,
donde el fuego se transforma,
y adquiere poder. Adquiere, las formas resignadas del abismo ancestral.
El fuego al fuego,
y la reconsideración del momento ordinario...
Es el fuego para el fuego,
como una insinuación perdida, superada por los retrasos del agua.
Es, la insinuación perdida, y el toque necesario para derribarme.
En tres segundos,
en dos segundos...
En uno,
desesperación,
desesperanza.
Se ha congelado el fuego,
y los arcoiris han opacado el juego de los niños traviesos...
Han condenado las similitudes...
Los vacios oscurecidos,
los adornos pertubables.
Es el fuego verdadero,
y el cumplimiento de los años que marcan nuestras arrugas en el rostro...

martes, 20 de mayo de 2008

En invernadero (entre nubes)


¿Te haz dado cuenta como se mueven las nubes, unas encimas de las otras sin parar en ningún instante?.
Hoy espero darme cuenta de aquello,
y saber que el destino que he fabricado no espera una recompensa...
Espero, que todas las ilusiones no logren conmover los sentimientos olvidados.
Una ráfaga de viento,
y las nubes danzando en el invernadero...
Un rasgo desenfrenado de pasión.
Es la culpa,
la razón del recuerdo y el motivo de la tortura.
Son los compaces de vida
que resguardan las lecciones del mañana...
Como un árbol vacio, descubierto...
¿Y te fijas de la niebla que oculta los impensados días de primavera?.
No, para qué.
Esto lo he decidido yo, nadie más que yo.
¡Cómo Sísifo en el abismo del trabajo inútil!.
¡Cómo los pecados divinos sentenciados por la pureza vana!.
Sí, y lo acepto. Y me juzga en el tiempo.
Escucho las deformaciones del habla,
¿y cómo he de implorar mi nombre?
¡Cómo, por la mierda, podré implorar mi nombre!.
Solo necesito que me acaricies esta noche,
que ocultes mis miedos...
Que seas como un sueño. Se como un sueño dulce, apacible, impenetrable...
Se ha resquebrajado mi rostro, y he sentido como las muchedumbres repiten la sentencia una y otra vez...
¡Una y otra vez!...Y siempre, por la eternidad, por la eternidad...Hasta el fin!.
Solo, como un árbol entre la neblina,
y el frío acompañando el último grado de salvación desposeída...
Sin contar con las sonrisas,
ni las brisas marinas... Ni el canto de las sirenas...Solo un canto más de compasión...
No trataré de escapar,
tampoco de elevarme por los cielos y destruirme como un relámpago perdido en el espacio...
Sé que esta es mi condición,
y la llevaré conmigo...
Como un invernadero envuelto por las nuebes de invierno...
Dime que eres como un sueño dulce.
Solo dime, que eres como siempre te he soñado...
Dime, que los fantasmas y las bestias desaparecerán con mi agonía incólume,
con mi suspiro de verdad.
¿Eres como un dulce sueño que cortará mis pesadillas?.
Solo, en silencio temporal...
En silencio temporal...

jueves, 15 de mayo de 2008

Por los de ayer, por los que aún continuan


"Un día, cuando ya puede caminar, lo llevan al baño y lo dejan solo. Allí encuentra a un prisionero, hombre de edad, antiguo militante, a quién no conocía. El viejo lo aborda con afecto; él, en medio de su desesperada soledad, le cuenta que había "hablado". Jamás olvidará la respuesta: Lo pueden destruir a golpes compañero, pero si usted delata ya no será más un hombre, estará muerto de por vida"

K. Reszczynski, P. Rojas y P. Barceló


Sencillamente ausente, sin aliento.
Mi respiración se detuvo, contuvo y se alejo rápidamente hacia los cielos.
La verdad ha estado allí, al alcancé de los hombres...
Como un juego de ajedrez,
las piezas en forma estratégica... Las mentes bajo la sinfonía de la muerte presagiada.
Mi lealtad, un golpe.
Me estremezco
(se han secado las lágrimas)
Gritos en lo profundo, en el cuarto contiguo.
Sí, la humanidad y la imposición del poder.
Entre látigos y puños,
entre cadenas y violaciones,
entre suciedad y odio,
entre miedo y desesperación.
Solo deseo oir tu voz,
y volver a soñar como antes.
Trataré de soñar como antes.
Y caminar entre las calles abiertas, y los perfumes de primavera...
Sencillamente un canto de Mefistófeles por los de ayer, y los que aún continuan.

jueves, 8 de mayo de 2008

De poesias baratas...

Desolado. Acariciado por las revueltas de los tiempos modernos. En sequía, en desierto...
Más que otoño y frío mezclado con bruma matinal.
Son las infinitas tempestades que infieren el desarrollo de mis palabras.
Las vueltas de la vida. El retorno opacado entre sentimientos tardíos y febriles escalofríos.
Retorcido... Como un giro al revés...Retocando cuadros envejecidos.
Es el principio al cual he de aferrarme, y dominar el letargo de los días incluídos en las más insanas líricas.
Son como las especies sin sonido. Como el último testigo que he de ir a pasear.
Sí, hasta cuándo?.
Hasta dónde?. Y el aire, y el cielo, y la tierra, y los mares, y los bosques, y los seres humanos.
No podré huir de aquí!. Es mi tiempo, es mi espacio,
es la resignación de los huesos sumergidos en vacio.
Caigo. Penunbras. Ecos... El limbo, la sangre putrefacta...
Otoño eterno, y los pasadisos cerrados entre el miedo y el suspenso,
entre mis fuegos y la ira que envarga todo.
Como un realismo poético. Más que poético.
Me desvanezco entre las torturas de hambrientos placeres... Y grito, y trato de huir...Y escapo, y escapo de nuevo...Corro, corro...Corro maldición, hasta desintegrarme!.
Desintegración!.
Explosiones a mi alrededor...
manos petrificadas...Quietud. Embargo, desazón...Sí, mis cariños de resignación.
Otoño, como el último día de otoño que se aferra a las aureolas terrenales.
Vuelvo a caer. Suplico. Un par de lágrimas en lo profundo.
Sin razón, con estupefacción.
De poesias baratas y sonetos olvidados,
con respiraciones ocluídas y temperamentos mortales.
Con ángeles, con dios, con la unión de los cuerpos.
Por la filosofía y el arte de la física.
Como la desesperación del alma.
Estremecido, hundido, muy hundido. Un espacio interregno.
Y sin ningún tipo de emoción,
se divide el corazón...
Arrastrado por los temores del pasado.
Sin capacidad de superación.
Sin necesidad de escapar.
Como poesias baratas, como sonetos olvidados...
Es el retorno de la suciedad acumulada en mis manos!...
Otra vez al principio.
Y debo retornar a los tiempos, a las hojas caídas.
Pero no salgo del otoño!, y menos de las pesadillas que toman forma, que se vuelven realidad!.
Y me sostengo de mis poesias baratas.
Y devoro las poesias baratas. Por que son mi carne y mi aliento,
son, la configuración de mi mundo,
la triste configuración del mundo!.
Oh no!...Cuanto más podre resistir?. Cuanto más?.
Miserable. Derrotado.
Una vez más derrotado.
Ya no será mi fortaleza. Es mi despedida. Es mi sencilla conclusión del mañana.
Acaricio mis últimos momentos divinos,
con nostalgia y desesperación.
Y los últimos rayos no tocaran mi cabeza,
como tampoco desearán haber aparecido.
Así es,
se retuerce mi cuerpo,
se atan mis manos,
se ocultan los miedos.
De poesias baratas, y la infinitud de la vida.
Sí, de poesias baratas y el propio sentido de la vida.
El propio sentido de la vida.
Otoño, y como abrigar las cicatrices abiertas.
Silencio,
Tranquilidad. Dulzura,
contemplación...
Sí, de poesias baratas y el comienzo del ocaso,
Poesias baratas,
baratas poesias...
Poesias...Baratas...Poesias...
Solo infinitud.




domingo, 4 de mayo de 2008

Nuevos Amaneceres


Concilio el sueño. Estiro mis pensamientos. Completo el círculo perfecto sobre los cristales olvidados.
Ya bastaría con un minuto de silencio formal. Y creo que he podido sanar nuevamente.
Como nuevos amaneceres,
que en realidad, bastaría con uno solo para acariciar tu sonrisa.
Y tocarte con suavidad,
y recorrer tu cuerpo tibio, al lado mío.
Con sabores almendrados y aromas a miel.
Sí, lo reconozco, estoy completamente feliz.
(sé que no soy muy bueno con escritos de amor, o con palabras directas para decir que no ha pasado en vano el tiempo).
Eres tú conmigo, eres desde que tengo recuerdos en mi memoria frágil.
Milenka,
ya no hay cicatrices que nos contengan, o demasiadas palabras abandonadas en el desierto.
Por que somos como nuevos amaneceres,
y sé que uno solo, un gran amanecer esta aquí de vuelta.
Y danzando bajos las olas y los rayos invernales,
el verano se rechaza en dejarnos.
Sí, nuevos amaneceres
y con uno solo, también me conformaría.
Así es,
que regrese la simpleza,
y que el reloj comience a funcionar...
Yo, estoy aquí,
esperando el retorno de tu piel.
Como nuevos amaneceres que iluminan mis ojos desteñidos...

viernes, 2 de mayo de 2008

Camino por el Sol


Abrazado. Contemplación... Vuelvo a estar abrazado (por esta vez, no me sueltes)
Camino por el Sol,
y los pies rozan el calor,
y las explosiones acarician mi rostro...
Tratando de elevarme por las estrellas,
complicando mis pensamientos (y por favor, dame un segundo de respiración, que las olas de llameantes lágrimas cortan al tiempo).
Camino por el Sol,
y los colores vuelven a tomar la forma deseada,
levitando entre armonias y ceremonias,
entre laberintos y escándalosas miradas subterráneas.
Mmm...Alo!, sí, hay alguien más allí?...Mmm, alguien más allá de las sombras y luces?...
Y las vueltas, y el retorno de la vida,
la distinción y la alteración,
con Juno y Júpiter,
con Zeus y Afrodita...
Y por supuesto, Baco, y el gran amor de las ninfas...
En tormentas y torbellinos de ambrosías... Y las exactas palabras del elixir...
No por Marte, menos por Neptuno...
Por Cronos y el hambre celestial...
Las rupturas del pasado enclavado en los números astrales...
Fantasias, demonios (como ángeles y demonios?)...
Sí, me burlo de la filosofía (el universo no puede responder al vacio que constituye al átomo, y el átomo a la molécula, y la molécula a la materia, y la materia a la conciencia)...
Jajaja...
Camino por el Sol, y las sinfonías preparan los horizontes fulgurantes...
Un, dos, tres... Cantos que despiertan el hambre...
Un, dos, tres... Que se pudran los dioses!...
Un, dos, tres... Que vivan los dioses!...
Es la unión simple, la bandera de lucha por la cual he de morir?.
Camino por el Sol,
y me descompongo en las partes infinitas del Olimpo,
camino solamente,
no importando el paso inexorable de los fuegos eternos,
camino...
Y sin importar en donde morirán los dioses.

viernes, 25 de abril de 2008

Al cielo (momentos circunstanciales)


Sentado. Taza de café. Iluminado artificialmente. Nublado allá afuera, al otro lado de la ventana.
Reciclo las peticiones que me han hecho, y logro rodearme de nostalgias sanas, recobradoras de espíritu. Y todo lo que no tenía sentido, vuelve a tenerlo.
Creo poder elevarme hacia el cielo, entre las cumbres despampanantes y el aroma a hierba húmeda, a tierra envuelta en pasadisos que no logro (y de verdad que lo intento) descifrar.
Como signos en el agua, y me abstraigo de todo, y creo que me descubro en este instante.
Sí, mi café y su aroma.
Y la ventana cercana.
Como el frío que ingresa en mis huesos, que rasga mi piel. Y eso me gusta, con pisadas silenciosas y hojas quebrándose en mil sonidos etéreos.
Creo que me elevo al cielo, sí, entre cumbres nevadas y siluetas coloridas.
Creo que hoy, trataré de soñar como antes, y no evitaré los espejismos del amor. Sé, que el tiempo se ha detenido (y no interesa ya superarlo).
Me retiro entre las brisas y las ecos lejanos, entre los abrazos y los incontables caminos del mañana.
Apago la luz. Segundo café y la ruta acaba. El disco de música que había olvidado (en contraste con distintos momentos... Carcajadas de fondo, y palabras sobre otras, contorsión de una inmensidad de sombras y cuerpos... Sí, no lo niego, extraño nuestra unión). La misma canción ya no lo es, retiro la suciedad impregnada en mi mente.
Sí, hoy me elevo por el cielo y hacia él,
entre cumbres húmedas y toscas,
con sinuosas experiencias de vida...
Me elevo, dejando de lado al tiempo y al espacio...
Como luces en movimiento,
en un gran torbellino...
Me elevo, y hoy por un instante, olvido a Mefistófeles...
Olvido a Fausto (no quiero pensarlo como enemigo).
Hoy, por un instante, seré yo,
desnudo ante las prosas y los versos deformados...

sábado, 19 de abril de 2008

Viaje (o el tiempo se estira)


Y es cuando todo pierde la sensación inicial del momento esperado en un sin fin de estrellas circundantes en el horizonte...
Son todos los gritos desplegados a través de los ojos que pierden la emoción del viaje...
Y se pierde el sentido una vez más...
Por que las frases pierden contenidoooooooooooo...
Aaaaaaaaaaaaaaaaaazzzzzzuuuuuuuucccceeeeeeennnnnnnnnnaaaaaaaasssssssss...
A mi alrededor,
y el cuerpo oscurece los retraimientos de aquellos recuerdos pasados.....
Noooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!
Rompes el laberinto, el túnel de Sábato!.
Y mis complejos de existencia no existen....
Adioooooooossssssssssss
a diossssssssssssssssssssssss........
Bla bla puf paf puf yyyyyyyyyyy aaaaaa vveeeeccccccceeeeeeesssssssss............
Y es el retorcimiento de los cuerpos como uno solo...
Hum!, aceptando el inicio de este tiempo...
Sí, creo que he terminado por creer en la abstracción...
ABSTRACCIÓN.............
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA...
Y perdido (creo que sé el misterio del flotar en los astros)...
Y Adolesco del tiempoooooooooo....
Y me retiro,
y me resigno nuevamente...
Grito!,
y Me desespero!!!!!!...... Me Desesperooo!..... Y las paredes rechinan en mi cerebro,
y las explosiones sobre humanas golpean mi sangre....
OH, nO....... La Sangre en el Cuerpo!!!!!!!!!... Y los días calurosos con depresión.....
No puedo huir!,
y toman mi cerebro, y agitan las manos y aprietan los dientes...
no digas Nunca!!!!...
Y todo, todo, todo se ha consignadooooooo
Muerto como un perro, colgado como GOdot....
No es la fasinación de Kafka...
Es sencillamente el tiempo que me tocó vivir,
y lo he aceptado.
Es sencillamente el TIEMPO QUE ME TOCO VIVIR...
Y LO ESTIROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
ESSSS SENCILLLAAMMMMMEEEENNNTTTEEEE EEELLL TTTIIIeeeMMMPPPOOO.
Asegúrame. No vuelvas a abrir los ojos nuevamente.

sábado, 12 de abril de 2008

Pálido (Una vez, en lluvia)


Un comienzo que tiene por destino la definición del tiempo.
Un par de horas recorridas por enfermedades, pestes e infecciones que abandonan el cuerpo.
Sí, los latidos que infieren la palidez de tu razón.
Una vez, en la lluvia las poesías se humedecen con el trascurrir del camino...
Una gota, y otra más, y vuelve a caer una sobre y por el lado de la otra gota...
Sí, he aquí la significación del fin.
Mudo, retrocediendo en silencio...
Y los colores marinos fluorecentes que dominan el espacio original del pecado,
y las mismas contradicciones del pasado con el presente...
Sí, puede que sea eterno,
puede que caminar bajo la lluvia también lo sea...
Como puede ser las últimas frases descritas.
(creo que por eso no tengo alas, y no las tendré jamás).
Por que la cobardia siempre ha tenido nombre, y siempre lo tendrá...
Por que la soberbia acumula los vacíos arcoiris que oscurecen los días impenetrables de invierno...
Sí, camino por la lluvia, mojado y empapado de confusión, como una necesidad diaria,
una parte del fin ocluído en una inmensidad tortuosa...
Por eso, y por más...
Por la expectación,
por la conclusión...
Y los días empantanados,
y las muecas torcidas en las vacuas aspiraciones y recreaciones lingüísticas...
No a las rimas,
ni versos agradables...
Sí, a las nocturnas lluvias que dislumbran el paraíso.
Pálido,
sin sentido,
sin emociones adjuntas al amor...
Y por lo que no necesitaré,
y tampoco rezaré...
Esa ya no es mi fe,
no es mi pasión,
es sencillamente el paso del tiempo aceptado por la resignación de un nuevo día...
Oh, sí es verdad,
la cobardia tiene nombre,
y Mefistófeles no esperará más.

lunes, 7 de abril de 2008

Stop (en silencio)


Ya no hay más palabras que regalar,

y no habran palabras en el futuro.

Hoy, abrazo el silencio,

y me quedaré allí...

viernes, 4 de abril de 2008

Noche oculta (o el destino de los pensamientos)


Me miraste directamente con esos ojitos negros,
y no pude resistir caer en la tentación...
Noche oculta,
recorrida por el pasado ancestral de los muertos ahogados por las infamias desgraciadas del quehacer humano...
Y no es la vuelta al rincón de la poesía...
El destino de mis pensamientos...
Y las nostalgias sumergidas en los abismos del tiempo decaído.
No pude safarme de la eterna discusión filosófica,
y no logro creer en aquellos sentimientos que forman (des-forman) la simplicidad del día...
Un momento...
Tranquilidad... Injurias satisfechas...
Humo... Y como da vuelta el humo, y se retuerce, y vuelve a su estado original...
Hambre... Sí, mucha hambre... Agonía... Bajar de los cielos...
Puf!... Back!... Back!...
Escapatoria,
los recursos del habla,
mi sentido de inspiración...
Mi sin sentido, mis poesias baratas... Mis malditas poesias baratas...
Un acierto de antigüedad...
Sí, y los días y las semanas... Y nuestras miradas en silencio...
Mi espiral perdido en los cielos eternos de complaciencia gloriosa...
No te preocupes, no alargaré la distancia...
Espasmos... Espasmos, sulfuración...Antagonismos... Ecos... Y gritos, y más gritos, y más gritos alrededor...
Y el pasado vuelve en un instante,
y reviso mis días en la tierra...En los abismos fantasmales..
Y el miedo retumba en mis oídos,
acaricia mi cerebro, me mantiene incólume... Oculto...
Y transpiro, y me detengo frente a las imágenes que olvidé,
y vuelven los aromas a ciudad,
a tristeza rodeada de infinitud... Y más vacuedad, y las razones de las almas...
Y sé que he perdido de nuevo...
Sonrío...
Sí, vuelvo a sonreir...
Creo que esta noche debería haberme ido a la cama,
y volver a ocultarme entre el olvido y la desazón,
y dejar caer los fuegos que dominan mi espacio...
Pero no, no hay más motivo.
Creo que me iré entre las aguas y las coloraciones grises,
y descansaré en un árbol perturbado,
y mis aromas habrán desaparecido...
Pero trataré de sonreir,
sí, trataré de sonreir en el viaje que me espera con ansias...
Y viajaré con mi sonrisa desposeída...
Sí, como un último adios sentimental.

viernes, 28 de marzo de 2008

Pausa Indeterminada (o el fin del ocaso)


Bastaría con una simple llamada telefónica para limitarnos con el sol;
o un plausible toque de regocijo que envenenaba nuestros corazones.
O tal vez, una serpiente corriendo tras el fruto prohíbido...
En realidad no lo sé,
ni por que escribo estas palabras...
Bastaría con tocarte nuevamente y sentir tu aroma en mi nariz,
encurvar nuestros cuerpos y decir que todavía queda algo más.
Pero no, no sería cierto, ni honesto pensar de esa forma.
Mi sequedad al pensar esto, no significa una necesidad de transcendencia...
Es el fin del ocaso,
y no creeré en tus pensamientos,
o en los comentarios especiales que infieren nuestra separación...
Sí, una pausa indeterminada, sin coloración celestial...
Y por eso me encuentro "liviano",
obsoleto,
esfumado,
desaparecido...
Y no encuentro las palabras exactas que impliquen una disculpa o un vacio impecable,
como tampoco sabré el por que de las cosas...
Y caen las hojas, y el cielo se detiene... Y el tiempo vuelve a mi para robarme los segundos de vida que van quedando...
Y los tropiezos que han dejado llagas en mi,
y las facultades humanas que ya no mueven o deslizan mis comienzos del mañana.
Todo se repite,
se esconde bajo una burbuja...
Y no es posible ocultar el atardecer que se mezcla con mi dolor...
Sí, si tan solo una vez más... Pero no, ya no puedo abrazar los arcoiris artificiales que irradiaban nuestras energías,
o un calor incólume que abrigaba mi piel...
Un minuto de silencio... Desesperación... Cambio de hábito...
Y no deseo que esto acabe hasta aquí... Pero no puedo escapar de los gritos infalibles que desgarran mi alma, que aprietan el corazón...
Ya no!, y basta de lujurias y sentimientos mundanos!,
basta de melancolías y desesperaciones otoñales!,
me he cansado!...
Sí, creo que por esta vez me he rendido
y no lo olvidaré, y nunca lo olvidaré...
Y cuando camine entre el sol y la luna,
y conozca las distintas gamas de frío y calor...
Cuando camine hacia el horizonte,
sé que muy dentro de mi, ya no habrá más tiempo o esperanzas...
Más tiempo o esperanzas...

sábado, 22 de marzo de 2008

El cielo y tus palabras


Sí, no me quedan las palabras exactas para combatir las tuyas.
Y mis promesas han quedo obsoletas...
Respiración. Un segundo de tormento. Un minuto de crueldad.
Y el cielo hipnotizado en los faroles boreales del infinito.
Un cuadro imperfecto.
Exacto... Impecable.
¿Dices que he cambiado?, ¿dices que he envejecido?... Dices que tengo miedo.
Y en lo más profundo de los sueños quedaré horrorizado, saltando las antiguedades... El frío celestial.
No logro descifrar los alientos y aromas que rodean tu voz,
y las inimaginables sensaciones de desprecio tardío esperando el fin.
Sostienes mis pesadillas, mis carnes desprendidas... Mi forma opacada.
Mis reiteraciones de lo posible,
mis muertes predichas en un sin número de vacuedades mundanas.
¿Por qué dices que he cambiado?,
¿Por qué dices que he envejecido?,
Dices que tengo miedo, y que no logro desechar los recuerdos.
Mis manos temblorosas, mis suspiros de mañana.
He rendido el alma frente al purgatorio...
En una noche fría los corazones detienen su paso al infierno, a la perdida de honor.
Sí, he cambiado, he envejecido...Muero de miedo.
Y si tienes algo que decir, dilo pronto.
Y vete.
Arroja tu maldito rostro del mío.
Que te odio.
Aleja tus promesas y tus razones.
Que este cielo es mío, que los caminos al precipicio comprenden mi estadía inusual.
Sí, me he perdido en las tormentas del universo,
he perdido las ganas de soportar la cálidez del pasado...
Y veo el futuro,
y me devoro el tiempo...
Toma tus piernas y largo de aquí,
recojo mis soledades eternas y soporto con el corazón desnudo...
Respiración,
un segundo de vida.
Una verdad exagerada.
El cielo y tus palabras, carcomieron mi alma...
No volveré a ser el mismo,
nunca más a lo mismo de siempre.

lunes, 17 de marzo de 2008

Camino (en presencia del presente)


No consigo conciliar la razón del camino que guía mis pasos,
pero tampoco la simplicidad de las palabras por la cual debiera escribir dicha reacción.
Tampoco ocasionar ningún mal en esta vida de cruces inciertos, de paradigmas secretos o de entusiasmo prolongado en el placer único de la salvación prometida.
¿No creo que sea la motivación sesgada del mañana?,
¿una oportunidad entre mil?.
Mi camino no es solamente mío,
pero no requiere perfecciones de iniciales circundantes en el pasado.
En presencia del presente. Y más de una sílaba de enajenación.
Y las posibilidades de tocar el fondo,
de arrojar la pureza en la pieza oculta tras bastidores.
Que relajo tan sencillo,
una comparsa de sentimientos vacios.
Pero hasta cuando consigo arrancar de las nubes opacas del horizonte oriental...
Perseguido por las travesuras de la mundanidad desierta, dislocada... Aburrida.
Sí, sin sentido.
Sin motivo.
Sin expresión corporal.
Una máscara de azafrán.
Una flor de luna emplazada en lo alto de los montes andinos (como una dedicatoria post-mortem)
¿O la física destruída por los mitos despampanantes de los seres mortales?.
Una crueldad sin fin.
Un arcoiris que descubre las cicatrices fantasmales....
Y en remolinos el tiempo va consumiendo los segundos de vida inocente,
y los caminos de las tradiciones van quemando mis pensamientos,
y la desazón, un camino de sutileza.
No es para el cielo.
Ni para la tierra.
Tampoco para las hojas otoñales que describen mundos indescifrables.
Mi camino al parecer, es mío solamente...
Entre bruma y rocío.
Entre tiritones y miedos congelados.
En presencia del presente.
En ausencia del camino...

miércoles, 12 de marzo de 2008

En días, a veces... otoño


He cerrado mis ojos,
he pronunciado las palabras incorrectas...
He tirado todo por la superficie del corazón.
Y no logro oir tu nombre a lo lejos,
y no puedo conseguir tu aroma a miel.
Sí, son las hojas de otoño que caen más lento, de forma compacta, sonora.
Son las interminables canciones de amor que repiten las brisas circundantes,
son simplemente, los complementos a la tristeza vacia, desganada, olvidada.
Como un recuadro en sephia,
como los atardeceres donde solíamos jugar juntos, volar como uno.
Pero ya no,
y no es mi nostalgia unida al sabor del recuerdo amargo de tu voz,
tampoco lo será las melodías otoñales retorciendo mi piel.
Es un día más entre tantos,
un repetitivo día que no logra formar parte alguna de mi memoria en tiempo presente,
es mi parte oculta, entregada, oscurecida...
¡Y no pidas más sermones a los vientos!
¡Aleja tus manos rojizas, alejas tus lagrimas!
¡Que no queda nada!, ¡que se ha muerto el fuego de la compasión!.
Y las sonrisas se han apagado,
y los colores se han ido.
Y las malditas hojas rodean mi cuello, mi carne desnuda.
Ya no es un mundo perfecto,
no es un sentir humano llamado "amor".
No necesito ayuda,
tampoco motivos para quedar seco por hoy...
Pero hay veces que,
solo la penunbra logra comprenderte,
veces en que los silbidos del alma tocan tan profundo tu ser inerte,
que no puedes escapar;
y en la nada el sentimiento se vuelve racional, tímido... Friamente tímido.
Sí, en algunos días, a veces, las hojas de otoño caen lentamente,
como las voces en el horizonte,
como las olas,
como verdaderas corrientes eternas que rugen alrededor del sol...
Sí, y son las nubes grises,
son las gotas de lluvia... Lluvia y luna; lluvia y manos frias... Y el cuerpo, y el tiempo detenido...
Como el secreto del universo...
Sí, las hojas en otoño caen lentamente
y ya no logro escapar,
no logro escapar de estas memorias...
Sí, hay días, veces en otoño.

lunes, 10 de marzo de 2008

XXII (o el pasado se ha esfumado)


¿Recuerdas cuando nuestros sueños eran tan dulces que podríamos volar al infinito?.
¿Recuerdas los días de sol donde hacíamos arcoiris de fuegos para ampliar el horizonte?.
¿Recuerdas cuando el canto de las sirenas poseían el espíritu celestial alejado de toda maldad?.
Éramos tan distintos, diferentes...
No podría haber sido de otra manera, si hubiese logrado quitar la muerte de tu espalda...
Quizás, más allá de los fulgores oscuros de los dioses...
me han devastado, quebrado mi memoria...
Mi sentido y el aire de tristeza angelical.
Han robado el cielo, los rayos y los truenos que dan vida al purgatorio.
Escupieron mi sonrisa, mi vida...
He soltado un minuto, un segundo de luz...
Han deborado mi esperanza. El sujeto de opacos deseos...
¿Recuerdas las noches de insomnio al lado de una botella de licor?
¿Recuerdas la sangre que surgía de mis venas partidas?
¿Recuerdas mi decadencia, mi camino de perdición?
Escapas de mis brazos moreteados.
Escapas de mi sencillez alcohólica...
No te veo más que en el suspiro de las horas desiertas,
de las horas tiradas por la enfermedad angustiante...
Sí, angustia...
Sí, angustia...
Me he fumado los cigarrillos de Mefistófeles...

domingo, 9 de marzo de 2008

El mar a media mañana


El mar a media mañana es algo divino. Un café que implica el gozo de la boca hasta tal punto, que te satisface por completo. Las nubes grises en el extremo de la cúspide (que algunas veces es celestial), hacen sentir tu cuerpo ligero, desvanecido... Volando por los aires.
Una playa en el borde, que se desmorona, que te deja intranquilo (te recuerda momentos dolorosos, que a veces, no te dejan dormir). Los pies helados y la cabeza con el típico gorro artesanal (que te costo una luca). La nariz roja como una guinda… Y el chaleco de lana que te regalo tu abuela (hace más de diez años, pero lo conservas).
Sales a tomar la brisa marina, abres tus brazos con fuerzas y respiras la soledad del fin del mundo; que a todo esto, te seduce… Caes recostado y observas ansiosamente las olas que se enfadan entre ellas… Una tras otra, y otra, y otra más (es extraño que no te aburras, si es lo mismo de siempre). Te dan ganas de bañarte, pero el agua es realmente fría… Pones un pie en el mar, luego el otro y te congelas hasta los huesos.
Comienzas a pensar como eras cuando pequeño. Que pensabas en esos momentos donde te encerrabas en tu cuarto, oculto en la oscuridad. Comienzas a recordar memorias, reflejos, fotografía inertes… Cosas que quizás, alguna vez, habías olvidado (y hasta te ríes). Cosas del pasado que se hacen presentes y te detienen en el tiempo de aquella playa.
Te sientes tan ínfimo entre el cielo y el mar, que te das cuenta que no eres nada en realidad, y que la vida es un abrir y cerrar de ojos (que por cierto, tratas que sea con los ojos abiertos). El corazón late más fuerte que nunca… Las emociones te envuelven por completo. Una ola de azules sentimientos te moja por completo, hasta hacerte despertar de tu delirio nostálgico, perdido… Muerto de frío y empapado (menos mal que la cabaña esta cerca), vas a cambiarte y quizás, a dormir un poco (la noche anterior no pegaste un ojo. Sí, las estrellas son hermosas e inquietantes).
El mar a media mañana es algo divino…

martes, 4 de marzo de 2008

Despedida


Son aquellos momentos que suprimen todo tipo de honestidad.
Una fotografía infame.
Un resplandor inscrito bajo los precipicios marinos inmortales.
Las angustias rodeando la aureola lunar.
Sí, las frases destruídas y las inspiraciones guardadas.
Los instintos que componen una sinfonía eterna, interminable... En última instancia, obsoleta.
Son aquellas similitudes que nos alejan, que atemorizan mi memoria.
Inestabilidad de horizontes ausentes en los frágiles días del otoño.
Elementos nocturnos, manos apretadas... Congelados por nuestros sentimientos.
Una simple pisada... Un tiempo retardado.
Y cada enfoque de íntimo olvido, me indica el camino del mañana.
Y no son los sacrificios, ni las dagas en la muñeca, ni los cuchillos rasgando mi piel seca.
Pero tampoco lo serán las sicopatías, o las voces lejanas que repiten mi nombre.
Por eso, no es un manifiesto.
Tampoco una despedida abismal.
No es un adios etéreo buscando refugio en el corazón.
No es para siempre.
Es mi zona de frialdad.
Una razón de existir.
Un momento detenido en los rayos encantados... Es un grito, es el grito de gritos infernales en el amanecer que oprime mis pesadillas.
Son las vueltas reiteradas en los escritos pasados, en la basura, en la tristeza que se había olvidado.
En cada suspiro de reacción inerte, de fríos colores, de impecables cuerpos angelicales.
Es mi despedida, mi propia despedida.
Y por ello no vale la pena, ni tampoco pensar en la sequedad de mi boca.
Es una transformación kafkiana.
Un indulto.
Una valoración terrenal, anticuada... Demasiado anticuada.
Si, una supertición del mañana.
El último vibrar de los ojos.
La poesía barata.

domingo, 2 de marzo de 2008

En un rincón, en alguna noche


Ella se acercó con amargura. Él no se había percatado de aquello.
Ella intentaba levantarlo con todas sus fuerzas. Él simplemente no se dejaba. No deseaba ninguna caricia, ningún tipo de compasión.
Ella sentía como la lluvia rebotaba en su cuerpo. Sí, la lluvia actuaba como reflejo de aquella oscura noche.
Él se hundía entre las gotas y el suelo, masticaba la tierra húmeda, sin sabor, sin color.
Ella suplicaba para que la ayudaran. ¡Ayuda!. ¡Ayuda!. Él no escuchaba nada, no sentía nada.
Ella imploraba para que no se alejara. Él tenía el rostro desgastado, resquebrajado, impávido…Él se perdía entre la lluvia y las nubes grises.
Ella dejó caer una lágrima púrpura en sus dedos, en sus manos. Él se movía de un lado para el otro. Ya no suplicaba más. Había perdido el orgullo, la razón.
Ella lo miro fijamente a sus ojos almendrados, rasgados, llenos de amor. Él no veía nada.
Ella gritaba sin parar. Ella no se movía de su lado. Ella, simplemente lo contemplaba.
Él se hundía cada vez más en la tierra húmeda. Él ya no tenía recuerdos, memoria… No tenía nada más. Se había acabado el tiempo, se había rendido.
Ella deseaba recordar los años pasados, deseaba volver hacia atrás. Pero era demasiado tarde.
Él no sentía ningún aroma, color o emoción. Él se desvanecía entre las manos de ella.
Ella levanto su propio rostro hacia la lluvia. La sensación de frío y soledad la inundó.
No había Sol.
No había Luna.
No existían estrellas.
No había nada.
Ella soltó el cuerpo de él. Ya no le quedaban fuerzas.
Él se lo agradecería eternamente. Él solo esperaba quedarse dormido y descansar por siempre y para siempre.
Ella corrió como nunca antes, entre las posas grises, entre los musgos y el césped. Ella lloraba como nunca antes lo había hecho. Ella se consumía con cada gota de lluvia que golpeaba el pavimento.
Él escuchaba los tibios sonidos del ambiente. Sentía las heladas brisas en su cuerpo cansado, pálido, quieto. Él se había caído en el vacío del tiempo y la razón, de las sombras ocultas entre el invierno y el otoño.
Ella no paró de correr.
No dejó de suplicar.
Nunca dejó de querer.
Él percibía como su cuerpo se deformaba, aplastaba su alma. Él perdía toda noción de verdad.
Y no veía árboles.
Y no veía luces.
No la veía.
Ella nuevamente levantó su rostro hacia la lluvia, y sentía como cada gota limpiaba su tristeza.
Ella quiso retroceder el tiempo y volver a los años de diversión y simpatía, de felicidad…
Ella sabía que eso no sucedería. Sabía que era imposible volver atrás.
Volvió a mirar las nubes grises. Y se dio cuenta que no había nada más, que solo esa noche lluviosa, solitaria, oscura.
Él ya no masticaba la tierra húmeda. No sentía los sonidos tibios, las brisas heladas.
La lluvia se había detenido, y ella y él se encontraban abrazados como dos niños perdidos en el horizonte terrenal.

martes, 26 de febrero de 2008

En Momentos (explosión del espacio)


He logrado superar al tiempo. Lo he conseguido al fin. He puesto mis sensaciones al costado de un árbol inquietante, eterno, sombrío. Único.
He impuesto mi razón de existir. He superado todo signo de maldad, de bien o deseo humano.
He escapado por miles de años a las torturas de las almas sentenciadas en el espacio. He logrado moverme entre los precipicios.
He huído como cobarde.
Por Dios, ¿que haré al respecto?. Nada. Nada interesante. Te he sobrepasado y es un hecho, es un nuevo mandamiento de claridad.
Sí, por que los sufijos han quedado desiertos, por que mi razón de existir se ha evaporado. Consumido. Ensimismado.
Es como una simple reflexión del origen puro de las bestias opacadas. Es una simple pregunta.
Es el resultado exacto en la física contemporánea.
Es solo, mi propia filosofía.
Sí, así es, mi propia filosofía.
Un fogoso tormento de noches oscuras, luchando por sobrevivir.
Es mi tiempo oculto, mis ríos de sangre, mis caminos olvidados entre los tempanos desvanecidos del amor y el odio.
Es mi crítica.
Mi propia forma de saciar el hambre.
He logrado superar al tiempo. Ponerme sobre cualquier tipo de religión.
De simplicidad, de interacción carnal... De pesadillas.
Es una locura parcial, pasajera.
Es el tic-tac que no me deja respirar.
Es este maldito manicomio que no quiere soltarme. Me abraza, mutila mis partes... Oxida mi corazón.
Es esta mierda putrefacta que se aferra a mi. Que insiste en la historia. En la historia de los muertos.
Es verdad, ya no quedan opciones, ni soles guardados o por último, un momento de tranquilidad.
La explosión del espacio.
La muerte de lo divino.
La explosión del espacio.
¡Es esa explosión!... Es mi brazo sentimental; sencillamente mi parte emocional...
He logrado superar al tiempo,
y sé que no cumpliré más años,
y sé que no podré huir de nuevo.
No podré huir nuevamente.


sábado, 23 de febrero de 2008

En Momentos (discontinuidad del espacio)


Un estallido. Un segundo de hiperactividad. Un simple sonido que invita a pasear.
Una razón tras otras. Un infinito incurable, protagónico.
Un momento de relajación.
El fin anunciado. Presenciado. Poseído.
Mi juego de maldad. Mi deseo profundo, perdido... Intacto.
No es más que una simple palabra desdichada. Olvidada.
Es mi rencor profundo, placentero.
Un diablo interior.
De credos revueltos entre acertijos inimaginables, entre el pecado carnal y el origen de lo divino.
Mi risa irónica.
Mis desprecios.
Mi angustia.
Es la distancia que retuerce mis manos, mis uñas. Mi inteligible lenguaje corporal.
Y no es sólo el vacío.
Ni tampoco un destello fulminante.
Es la falta de explicación.
Es la desaparición de todo lo conocido por el alma.
Sencillamente pensamientos vagando entre muertos, cádaveres impávidos... Totalmente devorados.
Por lo visto ya no es Zeus, como tampoco lo será Mefistófeles.
No son las sogas del mañana aumentando la tortura eterna. No es mi pecado original, tampoco el último.
Es un trozo de vacuedad que derriba mitos, que derriba lo poco que va quedando.
Es un frío. Una gota de agua. Una lágrima. Un espacio, universo... Explosión.
Desesperación.
Niños tocando mis llagas profundas. Mis heridas, mis miedos... Mi vejez adelantada, recorrida.
Es mi poca fe. Es la última ocasión de huir.
Mi deliro de pobreza.
Mi cuello degollado.
¿No te lograré comprender?.
Una estrella.
Un precipicio.
Un vuelco mortal.
Una voz celestial.
Es la falta de organicidad. Una resperición más allá del inconciente.
Una emoción.
Claro, un sombrío atardecer.
Un corte superficial.
Mis palabras no valen nada... ¿Y qué importa?.
Te escupo, me rio, y grito y salto de nuevo... Y me arrastro y no puedo con los codos ensangrentados... No puedo con aquello que me hace impuro, que me revienta el cráneo.
Y rio otra vez, y te vuelvo a escupir.
Y me golpeas. Me succionas las tripas.
Me encadenas... Oh no!, por favor no más. te suplico. Lucho ante mi, ante ti.
¡Púdrete!.
Maldición. M-A-L-D-I-C-I-Ó-N.
Malévolo.
Escapo.
LLoro. Y me refugio. Y me escondo. Me oculto.
Es la discontinuidad del espacio.
Es solo un segundo de vida.
Un largo y tortuoso aliento de vida.