martes, 4 de marzo de 2008

Despedida


Son aquellos momentos que suprimen todo tipo de honestidad.
Una fotografía infame.
Un resplandor inscrito bajo los precipicios marinos inmortales.
Las angustias rodeando la aureola lunar.
Sí, las frases destruídas y las inspiraciones guardadas.
Los instintos que componen una sinfonía eterna, interminable... En última instancia, obsoleta.
Son aquellas similitudes que nos alejan, que atemorizan mi memoria.
Inestabilidad de horizontes ausentes en los frágiles días del otoño.
Elementos nocturnos, manos apretadas... Congelados por nuestros sentimientos.
Una simple pisada... Un tiempo retardado.
Y cada enfoque de íntimo olvido, me indica el camino del mañana.
Y no son los sacrificios, ni las dagas en la muñeca, ni los cuchillos rasgando mi piel seca.
Pero tampoco lo serán las sicopatías, o las voces lejanas que repiten mi nombre.
Por eso, no es un manifiesto.
Tampoco una despedida abismal.
No es un adios etéreo buscando refugio en el corazón.
No es para siempre.
Es mi zona de frialdad.
Una razón de existir.
Un momento detenido en los rayos encantados... Es un grito, es el grito de gritos infernales en el amanecer que oprime mis pesadillas.
Son las vueltas reiteradas en los escritos pasados, en la basura, en la tristeza que se había olvidado.
En cada suspiro de reacción inerte, de fríos colores, de impecables cuerpos angelicales.
Es mi despedida, mi propia despedida.
Y por ello no vale la pena, ni tampoco pensar en la sequedad de mi boca.
Es una transformación kafkiana.
Un indulto.
Una valoración terrenal, anticuada... Demasiado anticuada.
Si, una supertición del mañana.
El último vibrar de los ojos.
La poesía barata.

5 comentarios:

Ana dijo...

Gracias por pasarte por mi bogg.
Tus textos siempre me dejan pensando mucho.
Cuidate
y mucha suerte!
Ana

*GeRi* dijo...

..estados similares..
creo que estoy así como tu dices.

Saludos!

Matías Irarrázabal dijo...

Interesante como se refleja un cierto sin sentido que desencadena en un adios cuando no hay nada mas que hacer

saludos cordiales

Laura dijo...

poesía barata...

Una ironía, por supuesto...

me encnata tus ecritos..

El adios, es difícila veces, pero vale la pena para asi, volver a ver a esa misma persona con más entusiasmo..

ciao

laura

difusa dijo...

Una vez escuché/leí que al escribir debes dejarle algo a tu lector y esta frase me quedó dando vueltas " Es un grito, es el grito de gritos infernales en el amanecer que oprime mis pesadillas."

Buenísima, fuerte