miércoles, 17 de septiembre de 2008

Humo y Niebla (solo a veces)


Han sido las distintas miradas que reflejan la inmensidad de esta pasión,
oscureciendo mis más sencillos pensamientos retardados (como posición pasada, en altos y bajos precipicios que han desaparecido).
Si, las distintas formas que tú haz golpeado mi mesa, acariciado mis piernas, atragantando mi espacio carnal (y por qué eres así?, acaso, te gusta este juego infame?. Acaso te gusta ser la niña que al final no tiene remedio?. Contesta. Contesta!...)
Y se van desvaneciendo las horas alrededor de tus labios, con ese toque frío brumoso... A esa humedad que solo tú puedes entregar...
No te equivoques,
no es melancolía, ni recuerdos inexactos aplastando mi cráneo...
Es el humo y su revoloteo,
es la cínica muestra de la verdad opacada (un instante de interacción, cuando se juntan nuestras piernas, cuando no sabes decir adios... Adios?, por Dios?...)
También es la niebla, llenando los vacios inocuos de la respiración,
con intoxicantes matices alados (o cortados).
Solo, a veces la existencia se conjuga con el humo y la niebla,
entre pasadisos
entre un gusto agrio de des-amor... De des-amor...
(si finalmente, altzor también se desintegra como todo en el viento)
Y tú ahí, frente de mí, en danzas eternas y deseos malignos,
con manos apretadas y gemidos salados,
tú ahí, frente de mí...
Es decir "nada", o para qué hacerlo nuevamente
e insistir en algo que nunca tuvo sentido (lo debe tener?).
Sabes, no es rabia como puedes creerlo, tampoco ironías bajo el agua...
Es como mi último baile,
sí, mi último baile de mierda agitando el corazón,
y se mueve, y se mueve
en un solo compás. (más allá de la muerte o el sin sabor. Más allá de las viejas manifestaciones sobre la mediocridad o la estupidez humana. Así es, sentenciado y agobiado).
Agobiado.
Y así se deberá recordar,
como el baile desenfrenado de una noche compacta.
Afuera,
el aroma a humo y neblina que no puedo atrapar.
Solo a veces las cosas son así.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Nebulosa


En ocaciones no solo bastaría para romper un haz de luz sobre los espejos empañados de cada partícula (minúscula por cierto) que se mantiene flotando en el aire.
También hay, a veces, un dejo de creación divina en el espectador que impone su silencio. Pero los hay, quienes prefieren decir adios de una vez y olvidar todo signo inconcluso del pasado.
Sí, del pasado.
Con acento de niño y respiros tan profundos que no puedes dormir. En vacios otoñales y de diversas coloraciones y tonalidades que ondulan dentro del mar.
Ondulan como el mar.
Son las distintas formas eyectadas fuera del espacio, con arcoiris de ázucar (y por supuesto, con ganas de tocarlo y desaparecer). Un pequeño resplandor. La piel se eriza (ya no vale la pena pensar por lo dejado atrás).
Pero, cómo es posible?. A lo mejor, no deseas que se fragmenten los espíritus (preferiría vivir con los demonios).
Gritos a lo lejos.
Un sin fin de constelaciones. Deformar es callar.
Calla.
Así de simple, es cuando observas como se pelean por tomar una silueta perdida en los confines de la razón, lejos y sobre (en realidad, sobre todo) lo que nunca se ha jactado de ser material, inconsecuente, indesmentible...
Un sonido. El correr de las horas. Una maldita desesperación que sobre salta a cualquiera (no quieres verte débil, menos sincero).
Quieres verte débil?. Es verdad, yo no te acompañaría, por que soy "normal", y terco y extremadamente juicioso... Juicioso?, normal?, que estupideces dices no.
Panico, sulfuran las aguas y las vidas en una existencia donde cada desafío de tristeza no es más que una lágrima que precipita bajo los pies,
sucios y desgastado (como repetición de palabras, como una simple melodía que acompaña los compaces en donde las figuras son texturas, y las texturas son impecables, exitantes)
1,2,3,4,5,6...
Tic!, tac!... En un silbido, en sustrato carnal...
Solo, nebulosa tempestad.
Y orgánicos puestos mentales.
Fin de transmisiones,
siguiente parada...
Ya da lo mismo.