Existen diversos motivos para plantear la duda,
en reiteradas ocaciones sobre los cielos, acompañado y desierto (para un olvido ensoñado... que más da, un momento de tranquilidad o soledad extrema?; insisto, esa ya no es mi duda).
Para aquello, como decían por ahí, no bastaba con el soltar de una lagrima vacia sin sonido, pero tampoco desperdiciar las mareas en el juego de la verdad (transparencia al fin?). Un desafío que en segundos se transporta dentro de un suspiro.
Palabras inexactas, sin omisión alguna.
En reiteración de lo vivido, bajo condena y expropiación. En deseos fulgurantes y una mala escritura siempre acompañada por un café amargo (en las noches, agrio como siempre me ha gustado)... Y seducido, sucio, horrible, perfecto....!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Una falla, un grito más dentro de un suspensivo matiz exitante (que tonterías no?, que tonterías)
Este es el problemas de los cuerpos, un festín del edén, con ironías clásicas y con una puta cursilería en los rastros de la poesía (no digo que falte droga o infección, solo, algo de realismo clasista... Simple y básico, "ocaso de idolos e ideologías"?)
Con sazón, en inconciencia, con estupor... Tirito, tiritan, tan... Tan...Tan... Tan idiota e imbécil sin darse cuenta de la oscuridad que transciende por los poros congelando la sangre, con emoción y fijación...
Ja, ja, ja, ja, ja... Aquí se hayan los restos, en sinfonías conectadas con el dolor (un placer un poco sedicioso, con devoción de cristiano radical...)
Deformaciones del habla, en concomitancia con formas de las viejas y añejas sentencias de las cuales hemos huido... Y siempre ahí, detrás y bajo, como gusano, como un impulso infructuoso que no busca nada (ya no existen esas ganas).
El problema de los cuerpos?, mmm, cuál será?. Los hay rojos y bermellones, amarillos pálidos en hepatitis y azulados como mar,
salados, amargos y dulces,
con manchas y pecas (para que hablar de los aromas y olores que encierran cada detalle de la carne expuesta)...
Los hay también, a veces, con brazos y piernas, en huesos y en músculos,
inyectados y reventados de tanto moverse, balanseándose dentro de una estampida gutural...
Quizás, algunos con almas y carnes, débiles y enjutos,
violadores y violados, cínicos y sinceros,
absolutamente cultivados o dejados al azar.
Sin más caminos que los diferenciados por los años al pasar,
con sombreros y gorras,
enajenados mentales e histéricos precipios esperando poder volar (no son más que las doce un cuarto, y los delirios de persecución aún perduran demasiado... Casi loco, casi enfermo, casi desganado, casi derrotado... Ja, ja, ja, ja... Casi qué dices?)
Por tanto, no queda otra cosa que hacer,
muy bien dicho y hecho,
en cariños emotivos y con sabores tortuosos,
un juego más,
un puño en alto más?,
un desafío constante
en ir y venir con manos y sin ellas... En el acto y por el, tal vez...
Páramos olvidados.